domingo, 27 de julio de 2008

Nadie sospechó que se estaba muriendo, bien viva la veian todos, escuchaban su respiración, a veces con largos suspiros de cansancio o de aburrimiento o de desahogo, la veian venir, como siempre con su abrigo negro y con bolitas producto del roce y del uso (como el de todos), un poco de ojeras, un poco de cansancio, el pelo no muy peinado: como si hubiese dormido con el si tuviera peluca y al otro dia no tuviese tiempo de arreglarla.
Se sentaba en su escritorio, atendia llamadas estupidas, se aguantaba al jefe que siempre tenia mal humor; cuando llegaba el receso por el almuerzo se compraba un sandwich por ahi, en un lugar cualquiera, lo comia en una plaza, sentada al sol, mirando a las palomas y la gente que camina rápido porque no sabe ni de donde viene ni adonde va (en la vida), miro a un grupo de chicos hamacandose, tirandose por el tobogán; se acordo de cuando era chica y su papá la llevaba a comer helados y a pegar una vuelta en calesita.
Volvió al trabajo, apenas miró por la ventana, el cielo se habia puesto gris, estaba por llover en cualquier momento, si, ahi comenzaron a resvalar unas gotas por la ventana, miró la pila de papeles en su escritorio y una tristeza punzante se le cayó encima.
Viajó en el subte sin pensar en nada, sin ver a nadie, sin escuchar ruidos ni sentir olores, sin darse cuenta que estaba varios metros bajo tierra.
Abrió la puerta del edificio, habia olor a encierro en el hall, desde hacia años... pero no lo notó, porque estaba ahi desde hacia años. Subió al 5to piso, dos vuelta de llave y se metio en esa caja que le gustaba simplemente porque podia ovillarse aun mas en si. Habia muchas lamparas que estan bien ubicadas y sin embargo no iluminan nada, como en esas peliculas de suspenso o de drama; colgó el abrigo simil millones de abrigos.
Prendió la tele y puso show match, comió cualquier cosa, de esas que se compran el bolsitas verdes y se acostó.
Pensó en que mañana no tenia billete chico para el subte y que si habia paro como habian dicho tenia que levantarse antes para conseguir monedas. Al rato durmió un sueño sin sueños, vacío de imágenes, chato, plano, común.
Nadie sospechó que se estaba muriendo.
Ni siquiera ella.

No hay comentarios: